domingo, 12 de enero de 2014

La gran belleza (2013)



Entre la nostalgia y la nada

 





Cuando se encendieron todas las luces de la sala y la pantalla del cine se quedó en blanco miré el reloj extrañado, parecía mentira que hubiesen pasado tan rápido los 150 minutos de proyección. No conozco mejor indicador de cuánto me ha gustado una película.
Lo raro es que no suelen atraerme las películas sin un nudo narrativo, las que persiguen la belleza a través de encuadres bonitos y música a juego, sin un propósito narrativo claro: Antonioni, por ejemplo, no volvería a ver uno de sus bodrios salvo por orden judicial. Aquí, sin embargo, todo encaja a la perfección.

En La gran belleza, el director Paolo Sorrentino sabe ir  más allá de un bonito envoltorio para conseguir  una maravillosa sinfonía de color y música, la banda sonora, omnipresente, sabe combinar composiciones clásicas de Bizet o Arvo Pärt y congas o mambos discotequeros con un resultado hipnótico. Crea, además, un personaje principal irrepetible: Jep Gambardella, una versión madura y refinada de el Marcello de la felliniana La Dolce Vita. Desde ahora merece figurar ya en el panteón de personajes irrepetibles del cine italiano. Toni Servillo  da un recital de contención de gestos, riqueza en la mirada y refinada elegancia.



Como en todas las grandes películas, la acción transcurre en dos lugares distintos, la que vemos en la pantalla y otra paralela en nuestro interior, una especie de eco que resuena con nuestros miedos y obsesiones. Eco que en las malas películas está ausente. A través de la mirada de Gambardella vemos, por ejemplo, un barco que ha naufragado y que puede evocar cosas distintas según el espectador. A mí, como al protagonista, me produce tristeza, mucha tristeza, como siempre que me asomo a ese vacío interior del que me paso la vida huyendo. 
Entiendo perfectamente lo que nos dice Jeb algo después: “Todo se muere a mi alrededor. Así me siento yo a veces.


Puede que te aburra y pienses ¿Pero qué se habrá fumado éste? o puede que la ames, te parezca hechizante y la veas más de una vez; en cualquier caso te aseguro que no te dejará indiferente. ¿De cuántos estrenos cinematográficos actuales puedes decir eso?



7 comentarios:

  1. Me he detenido en tu blog
    siempre salgo a recorrer nuevas ideas
    Y si bien no voy mas al cine me ha gustado ver como describes con talento una pelicula
    saludos desde Miami

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    1. Muchas gracias por tu visita y tus amables palabras, Recomenzar. Muy sana tu constumbre, las nuevas ideas son las que hacen que el mundo se mueva.

      Un abrazo desde Asturias

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  2. Haciendo por un momento abstracción ( o no ) de otras realidades que han teñido de sangre esta fecha, la noche de le 14 juillet (2016) bien puede ser considerada una fiesta para la mirada.
    No, para nada tu crítica me resultó una " timadora " de lo que ayer vi fuera y dentro de pantalla. Fuera y dentro del pensamiento.
    Una belleza con raiz ( que es lo importante ) que invita a repetir. Sustanciosa !
    Un abrazo, José Manuel.

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    1. Ay, se me fue al limbo de las respuestas perdidas lo que acabo de escribir. En fin:

      Te decía que casi ya no me acordaba de esta crítica, ya ha llovido. Esta peli la vi 3 veces y no me cansa. Me sigue pareciendo hipnótica. La viste en el CICA, ¿no?

      La última de Sorrentino es más irregular no me atrevo a recomendarla, aunque a mí me ha gustado mucho. "Youth" curioso título para una peli que trata de la vejez y el paso del tiempo. Michael está maravilloso.

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    2. Perdona,Juncal,se me olvidó ponerte el enlace. Vaya día ;-)


      http://www.filmaffinity.com/es/film667569.html

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  3. ¿ CICA ? Ni siquiera sabía lo que era eso :-) No, la vi por vez primera en la cadena TCM este 14 de julio. TCM se presenta como : El cine que ya tenías que haber visto ;-)

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  4. "Juventud". Gracias José Manuel, estaré pendiente para cuando se cruce :-)

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